A veces hay que mirar el mundo desde otra perspectiva
Las posturas invertidas de Yoga hacen que mires el mundo del revés. Esta alternativa visual te da una nueva perspectiva del mundo y un impulso de fuerza y confianza.
Lo primero que quiero transmitir es que no todas las posturas invertidas son difíciles de realizar. Hay mucha variedad y algunas son muy sencillas, y otras más complicadas que requieren de entrenamiento y constancia. Estas posturas van de las posturas más sencillas como el perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana) o Viparita Karani en la pared hasta las de más dificultad como postura sobre la cabeza (Shirsasana).
Beneficios
En las posturas invertidas tu corazón está más alto que tu cabeza lo cual conlleva muchos beneficios sobre todo en el sistema cardiovascular. Pero también son beneficiosas para el sistema linfático, endocrino y nervioso. Estar boca abajo mantiene la linfa en movimiento, manteniendo el sistema inmunológico saludable.
Las asanas 'del revés', invierten los efectos de la gravedad y la dirección de caudal circulatorio, lo que produce un riego sanguíneo más intenso hacia el cerebro. El resultado es un importante efecto estimulante de la actividad cerebral. Mejorar la salud del cerebro es mejorar la salud de todo el cuerpo.
De acuerdo al yoga las impurezas se acumulan en la parte inferior del abdomen lo que da origen a muchas enfermedades. Estas posturas procuran un efecto de drenaje sobre los órganos pélvicos y abdominales, mientras que los órganos vitales como el cerebro, el corazón y los pulmones se llenan de sangre. Por este motivo se afirma que las posturas invertidas regeneran y purifican el cuerpo físico.
Son posturas recuperadoras que aportan vitalidad, mejoran la circulación, colaboran en la concentración y son de gran ayuda para conciliar el sueño.
En general, todas las invertidas fortalecen las cervicales, aumentan la irrigación del cráneo, mejoran las capacidades mentales, la vista y el oído, equilibran el sistema hormonal y aportan armonía.
¿Miedo a caer?
Hemos nacido con un miedo innato a caer. Psicológicamente, el miedo te alerta de una potencial situación peligrosa. Las posturas invertidas desafían el miedo a caer. Aprender a lidiar con el miedo puede crear un fuerte sentido de la confianza que te puede ayudar también con otros miedos de tu vida.
Consejos
Empieza con posturas simples y ve poco a poco a medida que ganes confianza, cambiando a una posición más avanzada.
Tómate tu tiempo. El yoga no es competición. Concéntrate en la técnica correcta y construye una base sólida para todas las posturas de inversión.
Debes evitar hacer estas posturas de yoga si sufres de lesiones en el cuello, convulsiones, presión arterial alta, enfermedades del corazón o problemas en los ojos. También suelen aconsejar evitar las posturas invertidas durante la menstruación, yo te sugiero que pruebes a ver cómo te sientes ya. Deja que tu cuerpo te guíe.
Para los principiantes es recomendable realizar las posturas invertidas al final de la sesión de yoga, ya que la columna estará más flexible y su ejecución resultará más fácil y cómoda.
Pide ayuda. Busca a un profesor de yoga cualificado que sea de tu confianza. No intentes tú solo hacer las inversiones en las que te puedes lesionar. Siempre trata el cuerpo con amor.
Asanas invertidas (de menor a mayor dificultad)
Perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana). Técnicamente, cualquier asana en la que la cabeza esté por debajo del corazón es una inversión, por lo que podemos incluirla entre las invertidas. Esta postura es una de las más sencillas y a la vez aporta muchos beneficios, sobre todo para los que corren o hacen deportes. Se parece a la postura que adopta un perro cuando se estira plácidamente desde las patas delanteras hasta la punta de la cola. Es muy conocida por estar en la tradicional secuencia del Saludo al Sol o Suryanamaskar, y es una excelente asana en sí misma. Fortalece los brazos, los hombros, la espalda y piernas. Mejora la circulación sanguínea y tonifica los órganos reproductores.
Semi invertida en la pared (Viparita karani). Intensifica el riego sanguíneo del cerebro y estimula todas las funciones mentales. Descongestiona piernas y vísceras abdominales dando una gran sensación de alivio y descanso. Equilibra el funcionamiento de las glándulas tiroides y mejora el metabolismo. Se usa terapéuticamente para tratar artritis, calambres, dolor de espalda, insomnio y depresión leve.
La vela (Sarvangasana) es una de las asanas más completas y beneficiosas. Los beneficios son básicamente los mismos que con Viparita Karani, aunque más intensificados. Además de la alimentación sanguínea cerebral, debido a la presión que se ejerce sobre la zona de la garganta, se produce una fuerte estimulación de la glándula tiroides y de los órganos del cuello y tórax. Se produce también un gran estiramiento de la zona cervical, produciendo alivio descontracturante.
El arado (Halasana) combina los efectos de las posturas invertidas y de las posturas de flexión. Es ideal para corregir los problemas que provoca estar demasiadas horas sentados ante el ordenador. Estira y flexibiliza toda la columna, sobre todo, la zona cervical donde se mejora el riego sanguíneo. Proporciona un masaje intenso a las vísceras abdominales, beneficiando especialmente a los riñones, hígado y páncreas. Mejora la salud de todo el organismo. Combate el estreñimiento. Es una postura tranquilizante e induce a un estado de interiorización.
Sobre la cabeza (Shirshasana). Recibe el nombre de "la reina de las asanas" debido a su importancia fundamental, desbordante en su efectos beneficiosos físicos y psicológicos. Engloba los efectos de Viparita Karani y Sarvangasanam, pero más amplificados. Es una postura de yoga complicada para quienes se inician, pero los expertos aseguran que los beneficios son múltiples. La inversión de todo el cuerpo -con la cabeza apoyada en el suelo- hace que la sangre vuelva al corazón, lo que reduce las várices, procura estimulación sanguínea cerebral, craneal y abdominal y descanso y equilibrio psíquico.
¿Es seguro practicar Shirshasana?
Practicar esta asana produce en mí un efecto contradictorio: por un lado tenemos todos beneficios que aporta y por el otro el riesgo que conlleva a las cervicales su mala práctica. De hecho esta postura no existe en Yoga Terapeútico.
En mi opinión se pueden obtener los beneficios practicando las anteriores asanas invertidas sin poner en riesgo las cervicales. Pero si tu estado de salud está bien te animo a que te lances a practicarla. Al principio es conveniente contar con la ayuda de la pared o una persona detrás que vigile la verticalidad o impida una posible caída. Yo me he caído en numerosas ocasiones practicándola sin pared, eso sí, llevando bien la barbilla al cuello durante la caída, y no me he lesionado. Pierde el miedo a caerte y tendrás una gran satisfacción cuando logres mantener la postura.
Contraindicaciones de posturas invertidas
Estas posturas están contraindicadas en personas con lesiones de corazón.
Trastornos de las glándulas tiroides.
Arteriosclerosis.
Nunca se han de practicar cuando existe congestión cefálica previa, por ejemplo en los catarros y cefaleas.
Lesiones oculares como glaucoma.
¡Disfruta cabeza abajo!
Namaste
María
